jueves, 9 de julio de 2009

LIGA ES EL CAMPEON DE LA RECOAPA

Liga de Quito ganó con goleada al Inter por 3-0. La vitrina alba ya tiene otra hazaña internacional, la segunda en su historia y del fútbol ecuatoriano
La locura volvió a desatarse en Ponciano. Los cincuenta mil hinchas que esta noche coparon Casa Blanca festejaron el segundo título internacional de Liga Deportiva Universitaria de Quito, tras superar al Internacional de Porto Alegre, 3-0 en la final de la Recopa Sudamericana.
Para los aficionados albos, cincuenta minutos sobraron en este segundo partido. Desde los 40, cuando Claudio Bieler envió el balón al fondo de las redes, poniendo el 2-0, ya todo estaba liquidado.
Y por eso desde los graderíos ya se escuchaba la canción de guerra “campeón, campeón, campeón hay uno solo, campeón Liga de Quito, el eterno campeón”.
La fiesta era total. Nadie volvía a su asiento, gozaban de pie lo que acontecía en el gramado, donde los albos eran muy superiores y hacían pensar que en cualquier momento caía otro tanto.
Solamente en el primer minuto, cuando Internacional llegó con peligro los hinchas pasaron un susto. De ahí en adelante todo fue gozo.
A los nueve, cuando Carlos Espínola abrió el marcador con golpe de cabeza, un ensordecedor grito de gol retumbó en el estadio, seguido de un sonoro grito “volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones….”.
Pero con ese gol la fiesta apenas empezaba. Cada diablura de Cristian Lara, cada entrada fuerte del paraguayo Enrique Vera o algún ataque albo, eran motivo para levantar de los asientos a los seguidores blancos.
También, cada falta de los brasileños, quienes tenían en el juego brusco la única forma para detener a los ecuatorianos.
Pero, terminó la primera etapa solo con esos dos goles. Un muy fuerte aplauso para despedir a los suyos que iban hacia el camerino fue como un protocolo que se cumplió antes de los abrazos y las felicitaciones entre los hinchas.
En cada una de las localidades, ya se congratulaban y brindaban por la segunda estrella dorada.
La etapa complementaria ya fue para festejar con los futbolistas. Aunque en los primeros minutos se miraba el partido con cierta tranquilidad, el gol de Enrique Vera a los 53 minutos volvió a despertar a los presentes. Esta vez, fue para acordarse de su eterno rival el Deportivo Quito, a quien le dedicaban la canción “y ya lo ve, y ya lo ve, es para el Quito que lo mira por tv”.
Un momento especial vivió la hinchada a los 63 minutos, cuando por una lesión tuvo que abandonar el campo de juego el golero Alexander Domínguez y en su lugar ingresó José Francisco Cev allos.
La torcida ecuatoriana recordó inmediatamente la importancia que tuvo Cevallos para el título de la Libertadores y con un aplauso de pie, que duró cerca de treinta segundos, le dieron la bienvenida al campo de juego.
Y empezó el ole, trasladando a todos a la plaza de toros. Cada pase de los albos, cada balón recuperado, o cada ataque que no terminaba en gol, era felicitado por el público. Las pifias también se presentaban en las esporádicas llegadas de los brasileños, pero eran muy leves.
La primera bola que llegó a las manos de Cevallos fue motivo para una nueva algarabía. No había espacio para las protestas, ni para el juez central Carlos Chandía, quien en ocasiones se equivocaba con sus decisiones. Solo había felicitaciones.
Hasta para Luis Bolaños, quien entró a defender al Internacional a los 75 minutos, en medio de un caluroso recibimiento de los albos. El Chucho también fue importante en la primera estrella dorada.
“Olé, olé, olé, Chucho, Chucho, gritaban desde la general norte en su reconocimiento”.
Y tras cuarto de hora más de fiesta con fútbol, terminó el partido, desatando los festejos del mejor equipo ecuatoriano de la historia.

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