A dos meses del bicentenario del Primer Grito de Independencia surge un debate nacional sobre el valor histórico de la gesta libertaria.El 10 de Agosto de 1809 fue un hecho que dio inicio a la independencia ecuatoriana e impactó en todo el continente, afirma el historiador Enrique Ayala Mora al evaluar las connotaciones de la fecha. Por ello, considera que el bicentenario conmemora el surgimiento del primer gobierno autónomo de la América española, puesto que, para 1809, Estados Unidos (inicialmente eran 13 colonias de la corona británica) y Haití (conquistado primero por los españoles y cedido luego a Francia) se habían declarado naciones independientes.El criminal asesinato de casi un centenar de patriotas en la capital (el 2 de agosto de 1810) los volvió mártires en el continente, ya que nunca antes se había dado, en un proceso independentista, semejante matanza de civiles. Por eso, en Chile se declaró a Quito “Luz de América”. Otra arista importante es que esa masacre llevó a Simón Bolívar a declarar la guerra a muerte a los españoles, para llevar adelante la independencia de Latinoamérica. “Estamos hablando de un impacto continental, por el proceso que arrancó”, sostiene Ayala.Con estos argumentos, los historiadores ecuatorianos plantean conmemorar el 10 de Agosto, no como un evento local, “porque sería una pérdida de tiempo discutir qué es más importante: si el 10 de Agosto, el 9 de Octubre (Guayaquil), el 3 de Noviembre (Cuenca) o el 24 de Mayo (Ecuador)”.Para Ayala, lo que se debe conmemorar es el impacto internacional de ese hecho; por ello, se ha convocado a un congreso mundial a realizarse en Quito, para debatir sobre los procesos de independencia y colonización. Se tratará de un diálogo sur-sur, de América Latina con Asia y África sobre sus propios procesos de independencia y sus particularidades.El historiador Carlos Freile coincide en que la trascendencia de la fecha rebasa nuestras fronteras, porque fue la primera vez que en Latinoamérica se formó un gobierno autónomo. “Fue un acto realmente revolucionario, sin negar los valores de otros movimientos, como el que se dio en Uruguay”.La Junta Soberana que nació el 10 de Agosto estaba representada por el pueblo, porque no fueron los dirigentes los que la organizaron, sino las comunidades.Los representantes de los barrios y recintos eligieron a los diputados y estos a los miembros de la Junta. Desde todos los puntos del entonces Reino de Quito (ahora Ecuador), enviaron delegados para conformar un gobierno realmente nacional.Esto demuestra que había una clara intención de que el pueblo ejerza la soberanía. Precisamente por ello, “el bicentenario adquiere mayor importancia, para que la sociedad nunca se olvide de que el pueblo es el real dueño de la soberanía y la libertad. De lo contrario, el país siempre estará a la espera de un mesías o un salvador que nunca llegará”. (LCF-MAB)
El rescate de los valores
Para los historiadores, el bicentenario del 10 de Agosto es un renacimiento, un volver a nacer de retos y oportunidades, al igual que en el pasado. “El primer grito de la Independencia fue una experiencia humana de ruptura y superación de un sistema obsoleto, de búsqueda de mejores días y condiciones más favorables para desarrollo de las personas y de los pueblos; fue una lucha por la libertad, la igualdad y la solidaridad, que son también una exigencia del presente”, asevera el historiador Carlos Paladines. “Esta conmemoración de los 200 años puede ser la oportunidad para rescatar algunos valores en la actualidad, como la defensa de los derechos humanos, la ruptura de la dependencia, el fin a la dominación externa y otros aspectos más de suma importancia”. (MCV)
sábado, 1 de agosto de 2009
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