Los niños pueden beberlo, pero en la mañana para aprovechar en el día el aumento de la actividad cerebral, que ocasiona.
Una taza de café es más que una poción para mantenerse despierto, mitigar el frío o compartir una conversación, también es parte de un consumo diario para reducir considerablemente el riesgo de contraer diabetes, Parkinson y Alzheimer, mitigar la migraña y la ansiedad de ingerir drogas y alcohol, aumentar el colesterol bueno y mejorar la memoria, además de retardar el envejecimiento.
lunes, 6 de julio de 2009
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